Nuestro Pequeño Gran Mundo

Nuestro Pequeño Gran Mundo
Personas de baja talla

Si como enano me juzgaz...


¿Cómo quitarnos de encima la palabra enano (a)? Sabemos que no es nada fácil ni sencillo borrar de un plumazo del inconsciente colectivo de las sociedades del mundo el lenguaje predeterminado que utiliza formas aberrantes de exclusión, rechazo y negación de las distintas variedades físico-sociales existentes dentro de las culturas humanas, las cuales no son aceptadas. La humanidad se ha caracterizado en la intolerancia por el otro que es diferente de aquel que no entra en los cánones establecidos desde una estética o una norma construida desde un referente cultural occidentalizado, que impone modelos de rechazo o de aprobación, es decir, esto es bueno y esto es malo.

Históricamente se les ha asignado, señalado y definido la palabra enano(a) a las personas pequeñas o de baja estatura, creo que eso proviene desde los egipcios, esto es y ha sido así hasta tiempos actuales.
En muchos países, desde hace años reciente, a través del reconocimiento de las personas con discapacidad o personas con alteraciones físicas que se han hecho sentir desde las instancia legislativa, creando leyes especiales que reivindicaron sus derechos en todos los órdenes, se ha venido suavizando y mejorando en la creación de determinaciones lingüísticas, un lenguaje más digno para referirse a las personas que pudieran tener alguna discapacidad, como; visual, sordos, físico-motores, Down, retardo mental leve, moderado y profundo, autistas, parapléjicos y cuadripléjicos, amputados y por su puesto las y los de baja talla. Estos de baja talla vendrían siendo los mal llamados enanos y enanas.

 Existen personas que han tenido una cierta sensibilización y conciencia al utilizar términos ¨más humanos y dignos¨ en sus formas al hablar, faltan muchos caminos por recorrer para que las grandes mayorías de todas las sociedades del mundo puedan cambiar esta realidad denigratoria que vivimos los enanos(as) en nuestra cotidianidad.

No podemos negar la realidad, ni muchos menos meterla debajo de la alfombra porque nos molesta o porque no queremos verla porque nos hace ruido con respecto a nuestra aceptación verdadera y plena en la condición de enano(a).

Cuantas personas no oímos que dicen cuando nos ven pasar cualquier lugar ¡Mira un enano(a)!, si no lo dicen lo piensan para sus adentros, saben que allí va un enano(a).  ¿No les ha pasado que cuando nos damos cuenta que nos están viendo, la gente voltea inmediatamente para hacerse los locos, disimulando su admiración o impresión porque están viendo un enano(a)?

Hay personas muchos más descaradas que lo dicen en voz alta, o hasta nos señalan con el dedo índice, otras más reservadas comentan de manera bajita, murmurando un no sé qué. Por donde pasamos, no pasamos desapercibidos, son muchas y miles de miradas sobre nosotros(as) los y las enanas(os).

¿Cuántas expresiones o gestos de desaprobación y rechazo en cuanto a las y las enanas(os)? En otras personas ocurre lo contrario, nos ven de manera muy linda, agradable y amistosa, nos ven como personas interesante, desean conversar con nosotros, nos ven como personas dignas de considerar, se dirigen a nosotros(as) de manera respetuosa resaltando lo humano y no el enanismo.

¿Cómo podemos poner en una balanza estas dos formas de trato en esta sociedad venezolana?
¿Con cuál te quedarías? ¿ Y por qué?